Porque la teconología 5D nos permite tener una visión mucho más clara y nítida de nuestro bebé. Lo verás, casi, como si ya hubiera nacido y lo tuvieras en brazos.

Las ecografías son realizadas por ultrasonidos, todas ellas, por lo cual la ecografía 5D es igual de segura que una ecografía 2D, 3D o 4D. Una ecografía carece de radiación nociva, como las radiografías, por lo que no produce ningún tipo de peligro tanto para la mamá como para el feto.

La ecografía en 2D es la clásica ecografía en blanco y negro y movimiento; la ecografía en 3D es una imagen estática ya en color. Lo que aporta la 4D es la ecografía en tres dimensiones a la que le añadimos el movimiento en tiempo real. Y la 5D todavía más: ¡las cuatro dimensiones! Es ahí donde apreciamos a la perfección el color de pie del bebé. ¡Vas a alucinar!

Sí, siempre que el bebé no se deje ver por estar de espaldas, de nalgas o pegado a la placenta se podrá repetir. Sin coste alguno en el día y la hora que mejor te convengan. La cita se dará por realizada en caso de no asistir sin avisar.

¡Para nada! Es absolutamente inocua. Tiene riesgo cero. Además, la OMS recomienda la ecografía emocional porque mejora la experiencia del embarazo en la mujer.

No. No somos un servicio de salud. No somos doctores, aunque la experiencia nos ayuda a detectar determinadas cuestiones sanitarias. Pero no somos un servicio sanitario. Simplemente, queremos que tengas una experiencia inolvidable y que puedas conocer mejor a tu bebé antes de nacer.

Desde la semana 14 podríamos determinar el sexo de tu bebé, siempre y cuando las condiciones de la mamá y del bebé lo permitan, aunque te recomendamos que vengas un poquito más adelante.

Entre las semanas 24 y 30, que es cuando el bebé ya está más formado y puedes ver más detalles. Recomendamos, siempre, la semana 26. En caso de que sean gemelos y mellizos, la eco para verles la carita debe ser entre la semana 23 y la 24. Si la placenta es anterior, recomendamos venir antes de la semana 26.

Cuanto más tardemos en hacernos la Ecografía 5D, más difícil será que le veamos, ya que, quien transmite la información es el líquido amniótico y puede haber menos. Aun así, hemos llegado a ver bebés de 35 y 36 semanas de gestación y hasta de 40. Pero depende de la mamá, de la posición del bebé, del líquido amniótico, etc.

Para determinar el sexo podemos hacerlo desde la semana 14, siempre y cuando el bebé se deje (aquí hay que tener en cuenta la postura, el cordón…).

Nosotros recomendamos, además, hacerse una ecografía entre la semana 20 y la 25 y, así, poder tener un seguimiento, ver su evolución y cómo va creciendo y cambiando.